El 75% de las empresas informáticas en España distribuyen programas piratas

El 75% de las empresas españolas del sector informático instalan programas piratas, la mayoría de las cuales son pymes, alertó hoy en Sevilla Luis Frutos, presidente del comité español de Business Software Alliance (BSA), organización mundial a la que pertenecen las principales multinacionales fabricantes de software para ordenadores. Este dato, explicó a los periodistas Frutos, que participó en un encuentro junto con el subdirector general para el Desarrollo de la Sociedad de la Información del Ministerio de Industria, Salvador Soriano, se obtiene anualmente «yendo directamente» a las tiendas de informática y solicitando, en el momento de la compra de un ordenador, que se le instalen programas «ilegales» a cuya solicitud acceden el 75% de los establecimientos.

Frutos resaltó la necesidad de explicar a las empresas que comercian con productos informáticos que vendiendo software legalmente se puede hacer negocio.

Por su parte Salvador Soriano señaló que el uso de programas «ilegales» supone graves riesgos para la seguridad de los ordenadores en los que se instala y un serio impedimento para el desarrollo de la Sociedad de la Información.

El índice de «piratería» actual en cuanto «usuarios finales» asciende al 46%, según dijo Soriano y explicó que este dato, de ámbito nacional, se obtiene restando el número de licencias vendidas a la cifra total de ordenadores vendidos, lo que lleva a que el sistema Guadalinex o el Linex de las Juntas de Andalucía y Extremadura cuenten en las estadísticas como programas piratas, puesto que no se pagan licencias por los ordenadores en los que se instala, aún siento un software completamente legal.

Soriano destacó la necesidad de promover entre las empresas del sector de las tecnologías de la información nuevos «modelos de negocio» innovadores y centrados en la prestación de servicios y la «importancia» de que, además, sean respetuosos con la legalidad.

El subdirector general señaló, además, que hay que concienciar a la ciudadanía del respeto al marco legal que regula los programas de ordenador, tanto de los que se entregan con licencias privativas como lo que están libres de restricciones, «lo importante», destacó, es que el sector aprenda a obtener beneficios respetando la legalidad.

Via Periodista Digital

La situación real es realmente asi. La experiencia nos dice que la gente espera que su ordenador de 400 € venga con «todo» instalado. Ese «todo» incluye el Sistema Operativo, la suite ofimática, un programa de tratamiento de imágenes, un antivirus, y todo lo demás que se pueda.

Les explicamos que tienen tres opciones:

1.- windows + Office + Photoshop + antivirus comercial = mas de 500   1.500 euros

2.- Linux + OpenOffice + Gimp + antivirus gratuito = 0 euros

3.- Windows + OpenOffice + Gimp + antivirus gratuito = 100 euros

Con la uno creen que les estás engañando («mi primo lo tiene todo y no le costó un céntimo»), con la opción 2 y 3 creen que les estás hablando del lado oscuro de la informática y que todo lo que hagan no lo podrán compartir con los demás.

Al final, si logras hacer la venta, piden el ordenador sin nada, para que «su primo» les pase todo lo necesario, pero te miran con la cara de «que listos que son estos que me quieren cobrar 500 euros por nada».

En definitiva hay mucha desinformación. Una vez un cliente nos pidió que sobre todo no nos olvidásemos de meterle todo internet en el ordenador. Le pusimos el navegador configurado, y le dimos de página de inicio la de Google. Le dijimos: «usted ponga aqui lo que quiere encontrar, y el ordenador le enseñará donde está».

Un artista es…

Un artista, por el sólo hecho de serlo, tiene derecho a vivir del trabajo de los demás. Que el bien que produce se venda o no, se consuma o no, se pague por él o no, no tiene la más mínima importancia. Cuando los productos de una empresa no tienen demanda y los clientes no pagan por ellos, la empresa quiebra. Pero si eres un artista, estás mucho más allá de la ley de la oferta y la demanda: tienes derecho a acudir al ministro de turno y conseguir que a partir de ese momento te dedique una porción del precio de cualquier aparato, objeto o artefacto que los ciudadanos pagan con el sudor de su frente, eso sí, convenientemente convertido a monedas de curso legal, porque lo contrario sería una guarrería. Poco importa que los bienes gravados sean importantes para el avance de la sociedad de la información: teléfonos móviles, CD-ROM, ¿por qué no ordenadores, ADSL o discos duros? ¿Qué importancia tiene el progreso de la sociedad de la información cuando lo comparamos con la perspectiva de un más que seguro futuro sin arte? Ante tamaña barbaridad inimaginable, todo lo demás se relativiza y palidece. Que quede claro: aquí todo vale si el artista, en su infinita gracia y sabiduría, lo solicita.

Enrique Dans dixit

Y este video de regalo: