Enrique Dans publica en su columna de Libertad Digital un interesante artículo sobre la libertad de la música, aclarando diferencias entre libre y gratis (free, que dirían los ingleses).
Me quedo con una frase final:
En no mucho tiempo, muchos de los músicos que hoy, mal aconsejados, rebuznan contra los usuarios, nos suplicarán desde sus escenarios que por favor nos bajemos sus canciones. De donde sea.
Hay algunos, tan orgullosos ellos, que ni por esas.