Los Arctic Monkeys son la banda británica del momento. Y no por su música, que todavía no he escuchado, y que imagino que algo tendrá que ver en todo ésto, sino porque ha demostrado a toda la industria discográfica que internet no es un enemigo, sino un aliado.
¿Cómo lo han hecho? Fácil: cuando aún no les conocía nadie, subieron sus canciones a internet, y dejaron que circularan libremente por los P2P. Según la SGAE, la RIAA y todas las grandes discográficas, éso debería haberles condenado a perder dinero e incluso a desaparecer. Sin embargo, su primer álbum, publicado a finales de Enero, se ha convertido en el álbum debut más vendido en el Reino Unido, superando las 360.000 copias vendidas sólo en la primera semana.
¿Qué cuento nos van a contar ahora? Fijo que es una campaña de marketing de la gente que está detrás del copyleft: Microsoft y Google, según el señor Farré.
La SGAE, por cierto, sigue viendo lo que quiere ver y no viendo lo que no quiere ver. ¿Qué no quiere ver? Ni insultos ni Linux: en un formulario (que ya no está disponible) en su página web filtran con Javascript todo mensaje que tenga algunas de esas palabras tan feas.
¿Alguien sabe el oscuro motivo por el que no quieren que les llegue mensajes con esa palabra? El resto (cabrón, hijoputa, etc.), lo entiendo, pero Linux…