Desgraciadamente la muerte (asesinato) de este blogger ya no tiene remedio, pero lo menos que podemos hacer es rendir homenaje a alguien que hacía lo que muchos hacemos todos los días, y que por eso lo han matado.
Gracias Diego por difundir la noticia.
Gabriel, millones de gracias por sumarte al homenaje. Como dice Carlos, ‘muerto el perro se acabo la rabia’. Hoy es un día feliz por padecer esta enfermedad que se llama ‘libertad de expresión’ y también por poder padecerla y ‘sufrirla’ contigo y con millones de amigos más.
Un abrazo,