A veces me apetece cambiar de aires, y aunque a esta Zaragoza, la ame y la odie como decía el abuelo, es reconfortante encontrar sitios como los que ponen aqui, que podrían servir de inspiración para cualquier trabajo.
A veces me apetece cambiar de aires, y aunque a esta Zaragoza, la ame y la odie como decía el abuelo, es reconfortante encontrar sitios como los que ponen aqui, que podrían servir de inspiración para cualquier trabajo.
No he visto las demás aún, pero desde luego a mí no me cogen volando como están los de la foto. El entorno es inigualable, pero para verlo con los pies en la tierra.
Un abrazo