Como profesionales, tratamos con muchos problemas de fontanería diferentes a lo largo del día. Uno de los más comunes es, sin duda, los atascos en tuberías. Pueden llegar a ser muy molestos para el día a día de quien los sufre, y sin embargo, la prevención en casas, locales comerciales o comunidades de vecinos es prácticamente nula. Lo ideal sería dejar sus redes de aguas en manos de profesionales y despreocuparse del tema. Somos conscientes, de que eso no siempre es posible, debido al gasto monetario que supone para pequeños propietarios y particulares.
Pero, eso no significa que no se pueda hacer nada al respecto. En el día a día, los usuarios de las redes de canalización llevan a cabo pequeños hábitos que son muy perjudiciales para las tuberías. Son muy sencillos de corregir, y aun así pueden ahorrar muchos atoramientos y quebraderos de cabeza.
Uno de los malos hábitos más comunes es utilizar mal el inodoro. Muchas personas lo usan como si fuera una papelera, y nada más lejos de la realidad. No está diseñado para hacer frente a todo tipo de residuos y eso puede provocar que se atasque. Si arrojamos los productos de higiene íntima, los rollos de papel, las colillas o los pañales por el retrete lo más probable es que se acabe atascando.
Algo parecido ocurre con el fregadero de la cocina. Las grasas y aceites que utilizamos en el día a día para cocinar son muy perjudiciales ya que crean una película en las tuberías a la que posteriormente se adhieren los residuos y terminan por atascarla. Lo mejor para deshacerse del aceite es llevarlo a un punto limpio.
Un truco para evitar atoramientos es verter cada cierto tiempo una solución con media taza de levadura química y otra media de vinagre blanco y esperar unos 15 minutos para enjuagarla.