La publicidad tendrá que cambiar

Tenemos radio a la carta, tenemos televisión a la carta, pero lo que nos falta es ver como encaja la publicidad en todo esto.
Recientemente se están viendo los primeros cambios. Por un lado la publicidad aparece en medio de la emisión de otros programas «estropeando» la imagen (aunque en EEUU creo que son mas agresivos). También está el caso de la F1, en el que se reduce la pantalla tanto de la emisión como de la publicidad para emitir las dos cosas (aunque predominando la primera).
Y casos mas calientes como la emisión de la publicidad nada mas acabar de ganar España el partido de cuartos de final contra Italia, el pasado domingo.

Lo que ocurre (y lo cuenta mucho mejor Enrique Dans), es que en vista de este gráfico de tuenti, se pueden deducir al menos dos cosas. La primera, que la gente se va cuando hay publicidad. Será porque hay muchas cadenas, o por lo que sea, pero son muchos los que desconectan. Segunda, cuando mas gente había esperando que se viese la celebración del pase de cuartos, CUATRO metió 4 minutos de publicidad que a todos nos sentó como un tiro, y probablemente ni recordemos que empresas salieron,  o en caso de recordarlo será para maldecirlos. Resumiendo que fueron 17 millones de espectadores de televisión cabreados con la emisora de TV, y con los anunciantes.

Y supongo que eso no será lo que persiguen.

O sea, que, o cambian también la publicidad para incluirla de una manera menos intrusiva y/o agresiva, o a la larga también saldrá perjudicada. Alguien tendría que ir pensando en la publicidad 2.0.

Por cierto, los minutos que nos «quitó» CUATRO son éstos:

Bob Dylan en Zaragoza

Dentro de la programación musical de la Expo, actuó ayer Bob Dylan en la Feria de Muestras de Zaragoza. Dejando aparte los comentarios sobre el recinto, que no me parece el adecuado, el concierto fue correcto, aunque no apasionado.

La ejecución de los temas fue bastante correcta, al principio mas country y con mas blues, para ir adentrándose en temas mas eléctricos y rockeros en determinadas fases del mismo. Dylan salió al escenario con su sombreto de ala ancha, sus pantalones con raya brillante y sin mirar al tendido. Ni una sola vez, Dylan se dirigió al público, ni para presentar las canciones, ni para saludar, ni para agradecer los aplausos. Solo al final, en el bis, presentó a la banda.

Los temas fueron variados, desde clásicos como «Just like a woman», o «Like a rolling stone», a los de su último disco Modern Times, pasando por repasos (a veces dificiles de reconocer) de otros éxitos de su carrera. Tocó también el «himno» cedido a la Expo «A hard rain´s a-gonna fall», pero sin hacer mención para nada al evento que estos días celebramos por aqui.

En algunos momentos dudaba si estaba escuchando a Dylan o a Tom Waits. Realmente tiene la voz estropeada este hombre.

Resumiendo un concierto simplemente correcto. Con una buena nota en cuanto a ejecución, pero con baja por su poca participación con el público. Al menos, eso si, nos deleitó con la armónica varias veces. También me hubiese gustado que cogiese la guitarra, pero eso…. otra vez será.