CAPITULO 1
El bar de la Susy, es un antiguo tugurio que se encuentra perdido entre las calles de mi barrio. Es muy posible que si no te lleva nadie, no sepas encontrarlo. Por eso la susy es tan agradecida con su clientela, porque siempre somos los mismos, y no hay sorpresas entre los «feligreses».
A la susy (que en realidad se llama Francisca como su madre), le pasó el bar un holandés que habia venido a España en la epoca del extraperlo, a hacerse rico, y lo usaba como almacen clandestino de azucar y aceite sobre todo. Cuando se hizo con un fardo de billetes, y se aseguró un retiro en su pais volvió. La pena fué que a los 5 dias de haber llegado a su casa, un perro rabioso le mordió en los testículos, y no pudo superar el tratamiento, y falleció entre dolores horrorosos.
La susy tenia 22 años cuando se hizo cargo del bar. Puso una barra de marmol, unas mesas de fórmica con sus sillas, y un futbolin en el rincón , y le compró una partida de botellas a un amigo de su padre. Con eso empezó a funcionar. En los ultimos 50 años sólo ha hecho dos reformas, una para cambiar el baño que se cargó un falangista cuando murió Franco, y la tele en blanco y negro, que puso para ver las corridas de toros de Antonio Bienvenida.
Esa tele aguanta, aunque ya no tiene sonido, y por las esquinas se ve todo negro, solo la imagen del centro es algo nítida.
Pero eso a los parroquianos de su bar no nos importa. Solo Ramón, se enfada y le arrea con sus muletas para intentar equilibrar el color.
A mi me gusta bajar a su bar por las noches, porque alli todos los que vamos nos respetamos, y puedo sentarme en una de sus sillas ante la mesa, y escribir alli mis cosas, mientras escucho alguna vieja cinta de Rafael Farina, o de Jorge Negrete, en su viejo radiocassette que le dejó un novio que nunca mas volvió. A veces la Susy aun llora amargamente y en silencio por él.
La Susy nunca abre antes de las 6 de la tarde, y cierra a las 6 de la mañana, todos los dias del año, salvo uno. Por las mañanas duerme, y por las tardes se va al cementerio a ponerle flores y a lavar la tumba de sus padres y de su hermano Ramiro, que murió en el frente cuando solo tenia 19 años. En realidad su hermano no está entrerrado alli, porque su cuerpo no fué encontrado jamás, pero la Susy le pagó con su dinero una lápida junto a la de sus padres.
Antes , hace muchos años, el bar se llenaba por las noches cuando habia combates de boxeo, y la gente animaba como podía a Urtain, Legrá, Carrasco, Evangelista o Perico Fernández. Luego dejaron de emitirlos y la Susy lo notó.
Ahora solo bajamos los de siempre y a veces jugamos a adivinar lo que dice la tele. El otro dia cuando bajé estaba la Susy en la barra con su vestido negro, el de los martes, junto a Ramón, Benito y el Floren. Miraban a la tele mientras sacaban sus conclusiones:
-Ese me parece que es el torero ese que se metió a Guardia Civil y se casó con la cupletista
-Pero que dices Floren, ese que tu dices murió hace dos años de un accidente de avion
-Yo creo que es el que se casó con la Karina.
-Y el que lo presenta, ¿no es el hijo de ese que presentaba el 1, 2 , 3?. Porque se parece
-Pues ahora que lo dices….
-Fijate lo bien vestidos que van esos tres, seguro que son importantes.
-Yo los he visto en algun telediario o algo asi.
-Ramón dale con la muleta , que se está oscureciendo .
Pum, pum
Ninguno tenía razón, claro, yo sabía quienes eran. Pero eso a ellos no les iba a solucionar nada, y a mi me convenía que siguiesen asi, para poder escribir esto. Siguieron asi hasta bien pasadas las dos de la mañana. Luego comenzaron a contarse sus cosas, la Susy, seguía poniendonos «solysombras», y los dejé cuando empezaba a amanecer.
Recordé que era curioso que el nombre de ese programa fuese el mismo que el del bar de la Susy. El nombre que le habia puesto el holandés. Y recordé que cualquiera de las historias que yo había escuchado en el bar de la Susy tenía mas mérito y mas humanidad que cualquiera que contasen por la tele. Y recordé tambien que no habia felicitado a la Susy, y mañana no abriría, era su cumpleaños.
Y mientras volvía a casa pensaba a donde iría la Susy el dia que no abría el bar.