Estamos tan desacostumbrados, que a poca nieve que caiga ya nos hace ilusión. Y ahora mismo está nevando en Zaragoza.
No saldremos en el Telediario, no tenemos que cerrar el aeropuerto, no dará para que llenemos las calles de muñecos y probablemente parará sin haber cuajado. Pero mientras del cielo veamos caer copos blancos, seremos un poco mas felices.
Y es que a veces nos conformamos con poco.