Pasarlo bien.
Se nota cuando los músicos se lo pasan bien en el escenario. Primero, porque dan lo mejor de si, y en segundo lugar porque lo transmiten completamente al público.
Y eso es lo que pasó en el café Hispano el pasado sábado en el concierto de Pecker y de Angel Petisme. Dos monstruos de la escena, con distintos años de bagaje, con distintas trayectorias, pero con un gusto exquisito por la buena música y un cariño hacia la gente que los va a ver.
Pecker empezó repasando canciones de su último disco, Animal de fondo, Treinta y cinco, y otras anteriores como Tu boca es espiral, o Los cinco. Y enseguida se supo hacer con el público asistente que bailaba a su ritmo, y coreaba los estribillos tan pegadizos. Este músico se merece llegar muy lejos en la escena española. Espero que sin tardar mucho. Acabó su parte de concierto con un Supernova cantado a medias con Angel Petisme.
Y éste salió a por todas. Su último disco Rio Ebrio fue repasado en gran parte. Acompañado de los hijos del Cierzo nos encandiló con sus composiciones llenas de referencias a esta tierra. Hasta el alcalde de Zaragoza, que estaba entre el público, bailó y coreó sus canciones. Al final, y como en un intercambio de favores, Pecker salió a cantar con Ángel su canción Cierzo.
Dos grandes músicos, un buen concierto, un puñado de amigos, una comunión musical perfecta. ¿Para cuando la próxima?