Estos días atrás, hemos podido leer en muchos sitios acerca del virus que infecta los móviles a través de Bluetooth, y de la incidencia que tuvo en los mundiales de atletismo de Helsinki.
Pues bien, ese virus, llamado Cabir, ha llegado a España. Tres usuarios catalanes han sido los primeros infectados. La infección se produce cuando el usuario del móvil acepta una transferencia a través de Bluetooth entrante. A partir de ahí, el virus empieza a mandar mensajes multimedia a toda la agenda, y nuestra factura empieza a subir.
Debido a que el virus sólo se transmite por Bluetooth (recibir el mensaje multimedia no tiene ninguna consecuencia), el móvil transmisor sólo puede infectar a otros móviles que estén en un radio de 10 metros. Pero en lugares donde hay cierta aglomeración de gente (como una estación, un aeropuerto, un estadio – el caso de Helsinki), eso no es un impedimento, sino justo lo contrario.
Desinfectar el móvil no es complicado, en cualquier tienda deberían saber hacerlo. Si la suya no se hace, pregunte en una tienda donde liberen móviles: el software y el hardware para hacerlo es el mismo – vamos, un vulgar formateo.
Pero en cualquier caso, lo mejor es prevenir: si no va a utilizarlo, lleve el Bluetooth apagado. Si lo lleva encendido por lo que sea (está utilizando el manos libres), no acepte mensajes de desconocidos. Y si cree que ya está infectado, desactive además el GPRS, que es la conexión necesaria para mandar mensajes multimedia, y se ahorrará un susto en la factura.
¿Le suenan estas recomendaciones? Son las mismas que para el phishing y para las redes inalámbricas. Son las mismas que le haríamos a un niño cuando sale a la calle: no vayas enseñando el dinero, no hables con desconocidos, no aceptes sus caramelos… Sólo hay que aplicar el sentido común.