Todos nos equivocamos. Algunos incluso varias veces al día. Y no es lo mismo equivocarse en tomar una decisión pequeña que en algo mas gordo. Lo mismo pasa en las redes sociales. Podemos poner un comentario equivocado en twitter, o reaccionar muy en caliente en Facebook, o escribir un artículo en el blog del que luego nos arrepentimos. Nos puede pasar a cualquiera y hay casos en internet que han trascendido mucho por la popularidad de sus protagonistas, o porque se trataba de empresas conocidas, o simplemente porque han actuado muy mal después del error.
Si cometemos el error de hacer alguna de estas cosas, lo que nunca deberemos hacer es intentar borrar las pruebas como si eso no hubiese ocurrido. Por varias razones:
- Internet se mueve a una velocidad tremenda y es muy posible que aunque tu creas que nadie se ha percatado del error, seguro que mas de uno lo ha visto o lo verá y hoy en día cuesta muy poco compartir «la hazaña» o simplemente guardarse un pantallazo que luego se pueda usar para demostrar que hubo un error. Negarlo es de tontos.
- Si además se trata de una marca o un personaje conocido, las posibilidades de que lo anterior ocurra, se multiplican.
- Otra razón es que ocultarlo solo hará que crezcan las críticas. Hacer eso demuestra poco respeto por los seguidores/clientes.
Puestos a que hemos metido la pata, actuaremos de manera sensata y reconoceremos el error, pediremos disculpas, y acataremos lo que se nos venga encima de la manera mas honrosa posible y sin entrar en discusiones que no mantienen un mínimo de respeto. Si sabemos llevar la situación puede que hasta se vuelva a nuestro favor. Seguro que siempre será mejor el resultado que si hubiésemos actuado con el miedo del que quiere borrar las pistas.
Y aún queda una situación que también se da a veces. Y es la de cometer ese error, meter la pata, actuar en caliente demasiado rápido, darse cuenta de que no deberíamos haber actuado así y no borrar las pistas, pero tampoco pedir disculpas ante el error. En este caso la cosa se queda en un «limbo» del que es muy difícil salir, puesto que no estamos dispuestos a reconocer el fiasco… en estos casos cuanto mas tiempo tardemos en aceptarlo y reconocerlo, peor…